El jaleo de las resoluciones

La resolución de la imagen es algo importante a la hora de configurar nuestro equipo para grabar. Como hemos visto en otros posts, hoy en día casi cualquier dispositivo permite grabar en altas resoluciones como Full HD o 2K. Incluso algunos smartphones y tablets lo permiten.

Equipo con distinta resolución de imagen
Cámaras y accesorios

Pero claro, luego está el tema de la capacidad de almacenamiento. Los dispositivos tienen un máximo de resolución, pero también se pueden configurar para grabar a resoluciones más bajas. A mayor resolución, más espacio nos ocuparán los archivos generados. Y a menor resolución, obviamente, menos espacio ocuparán y por tanto más duración de vídeo podremos almacenar en nuestra tarjeta de memoria.

Hay quien piensa en grabar siempre al máximo de resolución, porque de bajar siempre se está a tiempo. Es una forma de verlo, pero también es verdad que si por ejemplo, grabas clips muy largos y luego solo los quieres usar para compartir en móviles, resulta más farragoso trabajar con archivos pesados.

Hay también quien piensa en grabar siempre al mínimo, para tener más espacio de almacén y porque solo lo va a usar en redes. ¿Y si un día un clip lo quieres usar en otro proyecto en el que necesitas más resolución?

Por todo esto, es importante configurar nuestro equipo con la resolución de imagen más adecuada en cada caso. Cuando hay posibilidad de que salgan cosas que se puedan usar en distintos proyectos, mejor usar la máxima resolución para tener esa flexibilidad de poder trabajar con esa imagen en distintos tipos de vídeo. Si hay algo que tienes muy claro que no va a ir más allá de compartirse en redes y quieres algo fácil de cargar y manejar, pues no es necesario ir a la máxima resolución.