En el anterior post hablaba sobre los distintos tipos de focos que podemos encontrar y por eso ahora me parece pertinente hablar del mejor accesorio que los complementa: los reflectores.
Los reflectores sirven para dirigir la luz y rellenar aquellas zonas en sombra que nos interesa que se vean más iluminadas. En exteriores es muy útil llevar siempre un reflector portátil, o reflector de campo, como se le suele llamar. Son plegables y fáciles de usar. Suelen tener varias superficies para reflejar, según queramos, luz blanca, dorada o también pueden tener una tela traslúcida para funcionar como difusores de la luz, es decir, para suavizar la luz cuando es demasiado intensa y nos puede quemar la imagen. Aquí tenemos algunos modelos:
Estos reflectores también se pueden usar en interiores, pero si se nos quedan un poco pequeños, hay otros modelos de reflector pensados para estudio. Son más grandes, y se encentran variedades en distintos materiales, ya que no requieren ser plegables. Aquí tenemos algunos ejemplos:
Los reflectores para dirigir la luz son un complemento fantástico para los focos, ya que a veces, necesitamos iluminar una zona, pero basta con poca luz, y es más práctico y menos aparatoso usar un reflector que instalar otro foco.
